Ponernos a estudiar sin tener claro una metodología, de forma inconexa y desordenadamente nos puede dificultar mucho los buenos resultados. Es la opción más fácil porque no requiere preparación alguna, únicamente ponerse con el temario a darle vueltas hasta que te canses.
Método etimológicamente procede de: metá que significa “más allá”, y odós que significa “camino que se recorre”. En el caso del estudio se refiere a los pasos necesarios para alcanzar el aprendizaje de la materia.
Aplicar un método de estudio requiere de una preparación pensándolo previamente, establecer un orden y actuar de forma coherente en la dirección marcada. El método debe de incluir los siguientes factores:
- La materia a estudiar.
- Los medios de los que disponemos.
- La selección de técnicas adecuadas a lo que queremos conseguir.
- El orden de aplicación, para ser más eficientes, ahorrar tiempo y energía, y obtener un mayor rendimiento.
- El tiempo y dedicación de los que disponemos para llevarlo a cabo unido a una planificación.
Una vez reunidos todos los factores, falta aplicar el último y más importante, porque sin él aunque el método sea muy eficaz, no servirá de nada, y ese factor es la motivación. Si la materia no nos motiva, difícilmente lo pondremos en práctica y por lo tanto se verá reflejado en los resultados. Sin embargo, si hay una mínima motivación que nos permita aplicar el método saldremos adelante.
Cuando aplicamos un método de estudio los pasos deben de estar bien definidos y el orden en su aplicación también. La gran ventaja es que en este caso el que nos guste más o menos una asignatura influirá menos porque únicamente tenemos que confiar en el método. Si cuidamos de aplicar el método de forma adecuada, él cuidará de nosotros y nos permitirá aprobar sin dificultad cualquier materia que necesitemos estudiar. En el Curso de Superaprendizaje dispones de una metodología que reúne todos los pasos necesarios para conseguir ser más eficaces y ahorrar tiempo en el estudio, esperamos que te sea de gran ayuda.
Felíz día.
